domingo, 29 de julio de 2012

TU SITIO EN EL MUNDO








En estos pocos renglones no pretendo arreglar el mundo y menos si se trata del mundo interno de las personas. Pero aprovecho para dirigirme a aquellos o aquellas que por diferentes motivos no han podido encontrar su “sitio en el mundo”. Un cura al que guardo gran aprecio me dijo hace unas semanas -¿has logrado encontrar tu sitio en el mundo?-. La pregunta me sorprendió aunque no tanto viniendo desde una persona con profundos valores humanos, que por supuesto van más allá de su vocación religiosa. Yo le contesté que afortunadamente sí y le expliqué los motivos. Él me contestó de forma afable que efectivamente era un hombre con fortuna. Mi apreciado cura se sinceró conmigo y me dijo -tuve que cambiar de curso en mi vida hace cinco años y ahora a mis cincuenta y tres primaveras presumo de encontrarme en mi sitio con Él-.

Cuando me dijo esas palabras no pestañeé hasta que continuó diciendo -tuve que emigrar para saber quién era yo y que era lo que Él quería de mí. Aquí en España cercano a mis amigos y familiares sentía una profunda soledad-. Finalmente me detalló los resultados fructíferos de encontrar su “sitio en el mundo”. Uno de ellos fue el fundar una Misión en Latino América desde cero en medio de la virgen y frondosa forestación de un pueblo costero para enseñar a niños y adultos analfabetos Lengua Española. Ahora es feliz, ha encontrado su rincón, su sitio, su refugio. Él continúo hablando -desde entonces todo cobra sentido y encaja con el diseño de vida que el Jefe tenía encomendado para mí, soy feliz-.

Esto me enseñó varias cosas. Una que nunca es tarde para encontrar nuestra felicidad, nuestro sitio en el mundo y por otro lado, que la vida no es estática, más bien dinámica, pues cierto es que nos movemos a la velocidad de la Tierra aunque no nos percatemos. Y si te encuentras en una vía muerta o con personas que te obstaculizan constantemente y que te impiden crecer debemos de cambiar sin titubeos, de lugar o de personas, con toda la fuerza y con toda la ilusión del corazón y no desfallecer en el intento, pues al final de lo que se trata es de encajar en este puzle cada vez más solitario, cada vez más resquebrajado y cada vez más insolidario para poder crecer –por dentro dicho sea de paso-y así enseñar y dar al que más lo necesita.

Mi amigo el cura encontró su sitio, encontró la auténtica felicidad, la que emana desde dentro y desde la oración, sí, desde la oración y la meditación. Ahora os hago esta misma pregunta ¿habéis encontrado vuestro sitio en el mundo?. Si no es así, es hora de trabajar y de no perder el tiempo. 

jueves, 26 de julio de 2012

PRIMAS DE RIESGO Y CEFALEAS





                                 



Deberíamos los médicos hacer un estudio epidemiológico consistente en el grado de estrés emocional, cefaleas y síntomas de ansiedad o depresión que experimentan los ciudadanos cada vez que oyen la palabra " prima de riesgo". Sí, pero es que lo he experimentado yo mismo hasta tal punto que tras un empacho de argumentos políticos-económicos esgrimidos por Gurús y analistas de todo tipo en los diferentes medios nacionales e internacionales sobre nuestro posible rescate que me he comido recientemente, fue el  levantarme con cefalea fronto-temporal, preocupación, irritación, y posteriormente contractura cervical y mareos. Dirán ustedes que soy un exagerado, pero les comentaré que hace 2 días al acudir a mi peluquero un cliente- nada curtido en estas cosas de las finanzas y más perteneciente al colectivo de la España cañí- confesaba que seguía todos los días la " prima de riesgo" y que estaba cada vez más insoportable y abatido.


Ayer mismo me dije: que le den. Solo bastó con ver un vídeo sobre la visión de nuestro querido planeta Tierra desde la ISS (International Space Station) y se me quitaron todas mis angustias al reconocer lo pequeños que somos y los imbéciles y maravillosos que podemos ser. Desde entonces apenas pongo las noticias, escucho mi música preferida, me he reconciliado con la  lectura, enchufo RNE clásica y varias Sondtrack por el Spotify y ¿saben ustedes?: que estoy cojonudamente bien, duermo mejor y no tiro del valium para echar un buen sueño. Y lo que es mejor, encima me entero que la famosa "prima" se ha bajado del burro. Conclusión: un poquito de más positivismo y menos agoreros economistas y analistas que se están haciendo de oro con la crisis y con nuestro sufrimiento.