martes, 14 de agosto de 2012

¿POR QUÉ CON MIS IMPUESTOS?





Lo bueno, si algo tiene, de tener una crisis generalizada en los diferentes ámbitos de nuestro país-económicos, morales y políticos- es la de poder poner sobre la mesa las cartas y descubrir las miserias y disfunciones de estos mentores que llamamos gestores que nos han llevado a la auténtica ruina nacional.

Es entonces, -ante la preocupante progresión de la precariedad económica, el paro y la hambruna  que asedian a nuestra sociedad- cuando descubrimos que un montón de oportunistas-políticos y banqueros en la cabecilla del muestrario - se cubrieron de gloria y se fueron de rositas bajo el manto de la corruptela o de la inmoralidad sujeta a ley, dícese de jubilaciones millonarias con contrato blindado o de prebendas de los que gozan los políticos sobre el resto de los mortales.

Es en este punto, en el de los políticos, en el que me quiero detener. Mi desafección hacia ellos -como el de la mayoría de los ciudadanos- ha subido muchos escalones a medida que compruebas la falta de ejemplaridad de una buena parte de ellos. Asistimos a la desfachatez de altos cargos en la administración central o regional que gozan de dobles y triples sueldos, merced a sus cargos dentro del partido al que con generosidad subvencionamos con nuestros impuestos, así como de compatibilidades para ejercer diferentes cargos públicos, dícese de eurodiputados, senadores, diputados nacionales o autonómicos, consejeros, presidentes autonómicos, alcaldías, defensores del Pueblo etc…

 Muchos de ellos además disfrutan de amplias dietas por viajes o pernoctaciones por residir fuera de Madrid-algunos de ellos y no pocos con  residencia en la capital del Reino- o participan de sobresueldos por participar en comisiones parlamentarias o acudir a plenos. A poco que abran la boca un poco o asistan a un pleno, pues eso, a cobrar más.

Pero lo que más me indigna es observar que muchos de nuestros representantes no tienen ni siquiera la cualificación o excelencia profesional que se les debe exigir para los respetables puestos. Se suponía que nos dirigían los mejores. No digamos si hablamos de un sin fin de concejales que apenas tienen el bachiller y que caminan los chicos altivos con traje y corbata, como si las vida les fuera en ello.

Como votante, considero que mi voto tiene un precio y me atizan continuamente muchas preguntas. ¿Por qué con mis impuestos se subvencionan los partidos políticos y no se los sufragan en su totalidad sus señorías y sus militantes que con fervor están deseando tener un puestecito en ese butacón sin tener que pasar por el rigor de un examen o una oposición? ¿Por qué tengo que ayudar a sufragar a miles de recomendados de entes y empresas públicas creados a imagen y semejanza de los amigos y familiares de sus señorías?. ¿Por qué tenemos que pagar a las Pajines, Cospedales y sucedáneos sus dobles y triples sueldos, privilegios incluidos?. ¿Por qué tengo que ayudar a mantener el sueldo de los delegados y responsables de las centrales sindicales?. ¿Por qué contribuyo a pagar las mariscadas y los viajes de lujo de los magistrados de los Consejos Generales del Poder Judicial o del Tribunal Constitucional? ¿Por qué coño tengo que sufragarles a sus señorías el Iphone y el Ipad 2?

Exijo una explicación.

Lo que si es seguro es que con la que está cayendo, muchos de nuestros dirigentes no tienen legitimidad moral para exigirnos más sacrificios sin signos claros y radicales de ejemplaridad. Tiene alternativas. Suspendan subvenciones, compatibilidades indecorosas, exijan más a los que quieran representarnos. Suspendan puestos de confianza o de libre asignación, inviertan más en Educación, Sanidad y en I+D y déjense de “mamandurrias y gilipolleces”.

No me extraña que la “clase política” se haya convertido en la tercera preocupación de los españoles, según el CIS.

domingo, 5 de agosto de 2012

CUANDO TE CRUZAS CON LA MUERTE






Cuatro de agosto de 2012, 8:10 minutos, en las inmediaciones del Pedruchillo, en La Manga del Mar Menor. De vuelta de rodar con mi bicicleta, portando Camel-Bag, bracelete en brazo izquierdo con IPhone conectado a Endomondo y camiseta amarillo fosforescente, casco incluido. Discurría por el borde de la carretera en sentido a Cartagena.

 Un minuto antes de la escena, un ciclista guiri me amonesta con gestos manuales desde el carril bici de enfrente conminándome a discurrir por el mismo y no ir por la carretera. Yo lo miro con extrañeza e incredulidad, pues de sobra es conocido que en el lado contrario –por donde yo discurría-no hay carril bici y solo aceras con innumerables obstáculos. Mentalmente le dije al guiri «que te den capullo, quién coño eres tú para decirme lo que tengo que hacer en mi feudo». Al fin y al cabo me conozco esa parte de la Manga como la palma de mi mano, además el tráfico es escaso a esas inoportunas horas de la mañana de un sábado y para más inri hay dos carriles para vehículos.

 Solo bastaron unos dos minutos desde que el guiri me hiciera sus señales para toparme en directo con la tragedia que obligó a pararme en seco. Un policía municipal regulando el tráfico, siete u ocho vecinos de espectadores atónitos y un ciclista yaciendo en el suelo con una brecha abierta, sin signos aparentes de vida, sangre a raudales en el suelo, tobillo izquierdo quebrado y una bicicleta-la suya- doblada como un ocho-. A unos metros más adelante el coche blanco que arrolló al ciclista.

 Mi pulso se elevó, una profunda y gélida emoción me sobrecogía, se me heló la sangre y me quedé paralizado. Al lado mío otro ciclista que miraba perplejo el espectáculo. Me dispuse en esos momentos a frenar y parar la bicicleta de forma titubeante, viendo que nadie atendía al yaciente con el fin de ver constantes y poder en su caso cambiar la posición del cuerpo y la cabeza en posición lateral para evitar el colapso de su vía respiratoria. Me bajé y coloqué de forma tímida la bicicleta en un muro. En ese momento acudía la ambulancia del 112 para asistir con urgencia al ciclista. Mis sospechas de que el paciente con un fuerte traumatismo cráneo-encefálico ya había fallecido se hicieron constar por el médico de la UME que se dispuso a tocar el pulso carotideo constatando la ausencia de latido y de respiración.

Se confirmaba la muerte del ciclista. El suceso ocurrió escasamente unos cinco minutos antes de que yo pasara por ese mismo carril.


 Me acordé entonces de las advertencias del guiri. Me acordé del capricho del destino que hizo llevarse la vida de un hombre de 53 años. Me acordé que podría ser yo la víctima por minutos. Respiré entrecortado, con una tensión fría. Sí, soy médico, pero nadie se acostumbra a la tragedia, a la muerte súbita y fría que te lleva sin explicaciones ni contemplaciones. Tras ver el resultado del accidente y la asistencia por profesionales, me dispuse a coger nuevamente la bicicleta tímidamente. Iba lento, estupefacto. Estaba triste. Pensé en este hombre y su familia. Pensé nuevamente en el ciclista guiri que me amonestaba. Pensé para mis adentros, esto es una advertencia. Me paré nuevamente y vi el primer paso de cebra para acercarme al otro lado de la acera donde había carril bici. Antes de guardar la bicicleta solo pude pensar y rezar por él.

Me dije a mi mismo que yo no podía controlar el destino, pero me vino a la cabeza en esos momentos las palabras de mi padre: « una cosa es el destino y otra distinta es forzar el destino». Ayer nací de nuevo. Nunca más-me propuse- abandonaré el carril bici. Tengo mujer e hijos.

Mis condolencias a la familia del ciclista noruego que falleció ayer.


viernes, 3 de agosto de 2012

ESPAÑA Y LAS TIJERAS DE ANGELA MERKEL





No quiero ser agorero ni aguafiestas sino todo lo realista que uno puede ser, pero lo que está a punto de declararse en nuestro país es una profunda depresión económica, social, moral y anímica como resultado de un lastrado problema estructural de más de una década, una mala gestión nacional de nuestros recursos económicos y finalmente el estar tutelados e intervenidos bajo duros recortes del gasto y ajustes fiscales que castigarán más en el corto y medio plazo a nuestro país y que solo acaban de iniciarse.

Es cierto que España se ha ganado a pulso y por méritos propios el estar en el punto de la picota del mundo financiero como consecuencia de la ruptura del pacto fiscal del anterior gobierno socialista desde que se negara la crisis económica en 2008, lo cual supuso transformar un superávit del 1 % en 2007 en un déficit del 11 % en 2009 fruto de una calamitosa política de despilfarro sin ton ni son. También lo es que el estado autonómico tal como ha sido gestado y desarrollado no es sostenible al hipertrofiarse la administración con la creación de numerosas entes y empresas de dudosa eficiencia empresarial y que han servido para nutrir a una intensa red clientelar de amigos, familiares o gente afín al partido político de turno.

Pero por otro lado España esta siendo sometido a una dureza, a un rigor y a una política de ajuste impuesta desde Europa y desde los mercados financieros que no está acorde a nuestra solvencia ni a nuestra capacidad económica como país y que lo único que va a provocar es –como así lo afirman notables y reconocidos economistas mundiales- una profunda recesión derivada del incremento del desempleo en el sector público, la falta de revitalización del sector privado y una caída del consumo interno a niveles insospechados.  Esto provocará que entremos en un bucle sin salida al no cumplirse el objetivo del déficit -3 % para 2014- tras la caída de ingresos por reducción del consumo interno y aumento del gasto por desempleo.

Por estos motivos la confianza de los mercados en España se ha perdido fruto de la política económica recesionista que ha impuesto Rajoy y que no es más que la receta generalista que impone el gabinete de Merkel con el BCE y sus recursos a plena disposición del gobierno de la Canciller. Con la prima de riesgo y los títulos y bonos del estado a niveles inasumibles, España está siendo invitada-como así ha referido el pasado día 2 de agosto el presidente del BCE Mario Draghi- a pedir formalmente un programa de rescate a través de los fondos dispuestos para ello-FEEF y MEDE-, obviando la posibilidad de comprar deuda soberana con el fin de rebajar la tensión de los mercados.
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El sometimiento de España a las duras y férreas contraprestaciones de un más que inminente programa de rescate-que se presume para este otoño- supondrá el despido de cientos de miles de empleados públicos, con duras condiciones para el sector educativo y sanitario, una más que notable reducción salarial en el sector público y privado y lo que es peor, sin un horizonte de crecimiento neto o sin líneas de políticas económicas que impulsen el crecimiento y las reformas estructurales. El FMI, parece estar tirando la toalla ante la terquedad de Alemania de rebajar las duras condiciones que impondrá a España, haciendo caso omiso de las advertencias de Christine Lagarde de que España necesita más tiempo y más flexibilidad para acometer estas reformas estructurales y un menor ajuste fiscal para favorecer el crecimiento.

Lo que perece obviar Merkel es que esta intervención y sometimiento a la  economía española y por extensión al resto de economías de países periféricos tendrá graves consecuencias en la zona Euro y por contagio al Reino Unido y Estado Unidos.

Por analogía a una caso clínico práctico de lo se traduce de la teoría económica de Robert Mundell, premio Nobel de economía en 1999, es que si un país está famélico o padece de una crónica enfermedad –por ejemplo una insuficiencia pancreática severa- ésta no puede tratarse con dieta baja en calorías –dígase reducción del gasto-, sino con suplementos calórico-proteicos –dígase inyección económica urgente-, insulina y enzimas pancreáticas-dígase de reformas económicas estructurales-, disciplina en una dieta saludable que proteja al ya debilitado páncreas evitando dulces, alcohol o dieta rica en grasas-dígase del control del gasto una vez controlada la recesión- y finalmente ejercicio físico diario-dígase del musculo financiero necesario para mantener el crecimiento-.

Las recetas de Alemania, ideales en un marco macro-económico seguro, productivo y con plena creación de empleo pueden ser calamitosas para los intereses de países sumidos en una gran recesión como son España o Italia. La ambición y ansias de Alemania por voluntad de la todo-poderosa Merkel de imponer su recetario a países grandes y vulnerables como el nuestro y con el  beneplácito de países de la liga del norte y centro europeos - Austria, Holanda y Finlandia- pueden sumir a la economía española y mundial en una gran recesión, como así lo afirma el FMI. Hasta la misma agencia de rating Standard & Poor´s alaba los esfuerzos de España y la menor necesidad crediticia de la Banca española de lo esperado, en un intento de no poner mas leña al incendio español.

De lo que es seguro es que la talla de nuestro líder el señor Rajoy se mide en estos difíciles momentos. El rédito electoral del gobierno de Rajoy se irá agotando a medida que la crisis social y económica se agudice. Si España es rescatada tendrá que informar a los españoles de las consecuencias económicas y sociales Si estas medidas no son encajadas por la sociedad, la mayoría absoluta no le salvará de tener que anunciar un adelanto electoral o por el contrario solicitar un Referéndum sobre la idoneidad de pertenecer o no a la UE en estas condiciones. Les guste o no a Merkel y a sus acólitos-incluido Mario Draghi-, el destino de la Eurozona y de España es el mismo.

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